Madre emigrante (1936), Dorothea Lange
El feminismo es para todo el mundo. Es un movimiento para acabar con el sexismo, con la desigualdad de género, raza, clase. Es un movimiento por la equidad y justicia social .
Para una transformación social desde hace años las organizaciones de mujeres hacen referencia a la necesidad de luchar y hacer las modificaciones necesarias para que la sociedad cambie.
La globalización, las políticas neoliberales, el libre comercio… todo esto está contribuyendo a mayores injusticias y desigualdades, donde pocas personas poseen todo el poder, donde la desigualdad entre norte y sur, y entre poblaciones ricas y pobres, cada vez es mayor…
Mayoritariamente las mujeres realizan los trabajos más precarios y peor remunerados; la tarea de los cuidados, los cuales son asumidos por mujeres y en la mayor parte no remunerados.
En residencias de personas dependientes, la falta de plantilla es una traba para el acceso a la formación o a la propia promoción de las mujeres que en su mayoría siguen ocupando los puestos de trabajo de niveles más bajos, lo que dice, que las mujeres tienen menos tiempo para dedicarse a su carrera profesional.
Cada vez las mujeres son más protagonistas de las migraciones contemporáneas, no sólo las guerras hacen que los pueblos abandonen sus hogares, sino que las crisis climáticas también hacen que se produzcan estás migraciones.
Las mujeres defienden la Tierra, es necesario replantear estrategias y darle voz al feminismo para salvar el Planeta, porque sabemos que es imprescindible cuidarlo, respetarlo y mantenerlo . La Tierra nos da la vida.
Es fundamental un cambio en la vida cotidiana, en la estructura del consumo y la producción y por supuesto un cambio de valores. Es preciso el cuidado de la Naturaleza para llegar a un estado realmente sostenible.
Por todo esto, desde las Organizaciones de Mujeres creemos que el feminismo es fundamental para una transformación social.