Para Izquierda Unida lo prioritario es superar el actual modelo energético basado en las energías fósiles muy contaminantes y la apuesta decidida por el ahorro y la eficiencia energética como base la imprescindible para la transición energética.
Nuestra propuesta es que en 2040 tengamos un modelo 100% renovables donde el 50% sea producido a nivel municipal, tanto de forma individual como colectiva, lo que implicará un gran desarrollo del autoconsumo. El otro 50% será producción centralizada de ámbito autonómico o estatal.
Esta transición para los próximos años implica una verdadera revolución energética y en ese proceso tiene mucho sentido la creación de un sector público ligado a ese nuevo modelo energético. Las energías renovables, el ahorro y eficiencia energética y las redes eléctricas deben ser de titularidad pública. La sociedad debe apropiarse del control de las redes de transmisión y distribución para que el sistema energético no siga estando al servicio del oligopolio eléctrico y pase a estar al servicio de la sociedad.
Por ello es necesario, urgente impulsar Planes de Dinamización Económica para incentivar el comercio local y las actividades empresariales que desarrollen el sector industrial, agrícola, ganadero y pesquero y que tengan como eje fundamental la sostenibilidad, donde las actividades humanas se desenvuelvan con pleno respeto al resto de la naturaleza.
Es por ello que no podemos dejar escapar la ocasión y felicitar al Restaurante la Garganta en el Chorro, por su reciente galardón recibido en la XVII edición de los Premios Nacionales de Hostelería, otorgados cada año por Hostelería de España. El premio se la ha otorgado en la categoría de empresa hostelera comprometida con la sostenibilidad
por ser un ejemplo de hostelería joven que se pone en marcha partiendo, desde su concepción, de modelos sostenibles.”
La organización hostelera destaca que este espacio se integra en el impresionante paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes, que además es respetuoso con la historia (está ubicado en una antigua fábrica de harinas del principios del siglo XX) y que además lleva años apostando por la sostenibilidad y el ahorro energético.
Su compromiso con el medio ambiente abarca medidas para racionalizar el consumo del agua, la gestión de residuos, la energía, el consumo responsable, el producto local… tratando de minimizar su huella de carbono.
Para ello han optado por placas solares para el agua caliente, calefacción radiante que gasta menos energía y es más eficiente, reutilización del agua usada en los lavabos, sensores de luz…
Todo un ejemplo a seguir y encima se come bien. Cocina de mercado con buenas vistas. No se puede pedir más.