Hablar del 25N y no hacerlo de Ana Orantes, es difícil.
El 4 de diciembre de 1997, Ana Orantes Ruíz, una mujer de 60 años, acudió a Canal Sur, al programa de Irma Soriano, donde relató en voz alta los malos tratos que llevaba sufriendo durante cuarenta años.
A raíz de estas declaraciones, el 17 de diciembre fue asesinada por su marido, que la quemó hasta acabar con su vida.
Ana Orantes dio voz a todas las mujeres que como ella sufrían violencia en casa, sin recibir apoyo alguno y que no sabían cómo hacer para dejarla atrás. Ana Orantes le puso rostro a quienes estaban viviendo una situación de maltrato y en ese momento dejó de ser víctima; todos iban a saber quién era ese tipo agradable de puertas para afuera.
Y lo hizo a lo grande, en la tele, a pesar de que eso la ponía en un riesgo terrible.
Hizo público que las resoluciones judiciales que había obtenido después de muchas denuncias, tenían un absoluto desprecio por su seguridad. Hasta tal punto esto era así, que seguía compartiendo domicilio familiar con su agresor, por decisión judicial. Con ella se hizo patente que las mujeres se acercaban a pedir justicia y que el sistema no las protegía.
Gracias a Ana se habló de modificar el código penal y así se hizo. Y hoy tenemos la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección contra la Violencia de Género.
Esto ha sido gracias a Ana Orantes a su valentía, que habló por ella y por todas las demás.
Ahora sólo nos queda no cejar en la lucha, para que no haya sido en vano.