“La información es poder”, y en Álora se ha sustituido durante demasiado tiempo la información local por la propaganda partidista. No ha existido “linde” entre el partido y el gobierno. En Izquierda Unida queremos “hacernos la ilusión” de que esos tiempos pasaron a mejor vida, que en su lugar se establecerá una información transversal e imparcial.
Pasadas las elecciones municipales, con nuevo alcalde en el municipio y con todos los parabienes pronunciados por los distintos portavoces de los grupos municipales en el Pleno de Investidura, llega la hora de aparcar esos discursos bienintencionados y empezar a trabajar por Álora y su gente.
Hay o había un cartel del PSOE a la entrada del nuevo acceso en el que daba las gracias a Álora (es de suponer que por el resultado electoral de las municipales) acompañado del eslogan de su campaña “creando ilusiones”.
Ojalá el nuevo alcalde y su equipo de gobierno sean capaces de ilusionar a los vecinos y vecinas de Álora. Después de 16 años de Epi como alcalde, el listón de la ilusión ha quedado tan bajo, que a poco que haga ” Humillo” la ciudadanía lo agradecerá y, por consiguiente, generará una ilusión que a día de hoy no se nota en el ambiente.
Y para generar ilusión un principio fundamental es la participación ciudadana, es decir las ideas o propuestas que alguien tenga deben ser elevadas a conocimiento público para generar el debate que mejore la idea original.
Para que esto sea posible las administraciones públicas, en el caso que nos ocupa el Ayuntamiento, tiene la obligación de establecer los medios necesarios para llevarlas a cabo.
Antes de la entrada de Epi como alcalde, existían medios de comunicación locales suficientes para que cualquier ciudadano pudiese exponerlo a conocimiento público, cosa que ha desaparecido en este periodo de tiempo, y nos tememos que no de forma involuntaria.
Así, por ejemplo, existía una radio local donde los vecinos y vecinas participaban de la vida social de la localidad. En ella tanto se saludaba a un amigo/a como se felicitaba a un ser querido, se dedicaba una canción o se detallaban los resultados deportivos. También servía para denunciar una injusticia, criticar una deficiencia municipal o debatir sobre problemas del municipio. Pueblos vecinos mantienen su radio local o comarcal como medio de cohesión social.
Por otro lado, había una televisión pública local en la que se emitían los eventos de cualquier tipo que sucedían en la localidad (desde los plenos municipales para conocimiento de la ciudadanía de lo que allí se cocinaba, hasta la Semana Santa o la Feria). La gente con problemas de movilidad o que por sus dolencias no podía asistir a los eventos, tenían imagen en su casa de lo que allí ocurría. Incluso se emitieron debates electorales entre los candidatos y candidatas para conocimiento del electorado de sus propuestas por boca de sus posibles alcaldes. Era una televisión “en vivo”, con opiniones, no de imágenes enlatadas.
También existía un periódico local que editaba la Imprenta Castillo con ayuda en su financiación por parte del Ayuntamiento, donde el aprendiz a poeta tenía la posibilidad de dar a conocer sus poesías, el historiador nos ponía al día de nuestros orígenes, el deporte tenía su propio espacio, etc, etc., y en el que tanto el gobierno municipal como los partidos de la oposición disponían de una página para exponer de forma libre, sin censura, lo que estimaran conveniente.
El libro de feria era participativo, con propuestas de los distintos sectores de la sociedad aloreña y con el saludano sólo del alcalde y su concejal/a de fiesta; se incluía el saluda de los demás portavoces de los grupos, porque la feria no la organiza el alcalde, la organiza la corporación al completo.
Todo aquello desapareció poco a poco, para que no nos diésemos cuenta, pero de forma premeditada.
«Silenciar es otra forma de gobernar”, dijo alguien.
Al mismo tiempo que aquello desaparecía, el alcalde contrataba un periodista para su propaganda particular. Se ha sustituido durante demasiado tiempo la información por la propaganda partidista en nuestra localidad. No ha existido “linde” entre el partido y el gobierno.
Desde Izquierda Unida de Álora queremos “hacernos la ilusión” de que esos tiempos pasaron a mejor vida, que en su lugar se establecerá una información transversal e imparcial.
La información digital sustitutiva de aquella otra carece, en muchos casos, de la claridad necesaria en cuanto a quién informa u opina, porque en la mayoría de los casos proviene de personas anónimas o con identificación falsa, a las que es imposible rebatir lo expuesto. En el mundo de la información hay demasiada desinformación. Es hora de restablecer lo perdido.