Todo aquello de lo que disfrutas hoy tiene sabor a lágrimas, le ha costado la libertad a alguien, o, en el peor de los casos, la vida.
No podemos olvidar el precio que han pagado quienes nos precedieron, el valor de las cosas que hacemos en nuestra día a día. Opinar, llevar a nuestrxs hijxs a la escuela pública y tener tiempo libre para estar con ellxs, tener una jornada laboral de 8 horas (7:30 en el mejor de los casos, seguiremos peleando para que sean menos), que las mujeres seamos madres ante la ley de nuestrxs hijxs, decidir cómo y cuando queremos serlo, que puedas amar a quien quieras, ir a la universidad, enfermar y tener acceso a un médico, decidir que no quieres seguir viviendo porque no hay cura para ti tan solo sufrimiento… Nada de esto ha sido porque sí. Alguien una vez se levantó y dijo NO, esto no puede ser así. Y nos quedan muchas veces de levantarnos, hay muchas cosas que conseguir, sobre todo si eres mujer.
Algunas cosas para nosotrxs son incuestionables, son derechos, pero hay algunas personas que piensan que «tanto tienes tanto vales» y que la dignidad no existe, y que para llevar una vida digna has de pagar por ella. TODO TIENE UN PRECIO y papá Estado no está para esas tonterías de la educación o la sanidad, que luego nos acostumbramos y nos volvemos vagos.
Este 23J nos jugamos mucho. Desde el 28 de Mayo hasta hoy, no damos crédito a las tropelías que se están cometiendo. Nos están enseñando la patita bajo la puerta, como el lobo.
Obras de teatro que no se pueden representar: Si Virginia Wolf estuviera viva no daría crédito, seguiría creyendo que el III Reich aún no ha sido derrotado (Orlando); si Antonio Benaiges, el maestro republicano que quería ensañar a sus niñxs de Bañuelos (Burgos) el mar, volviera a la vida y supiera que la representación de su vida no se iba a llevar a cabo, pensaría que su muerte/asesinato no ha servido de nada (El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca). Hasta Lope de Vega es demasiado moderno, su obra «La villana de Getafe» consideran que contiene referencias sexuales incómodas. También una peli infantil (Lightyear), el beso entre dos mujeres incomoda, el amor ofende. Quitar bancos arcoiris, suspender puntos violeta, eliminar carriles bici… Todo ello en el sigo XXI.
Han eliminado áreas de igualdad, LGTB, de memoria democrática, de transición energética… No hay problemas de ese tipo en nuestra sociedad. A cambio han creado oficinas antiocupación a las que no ha llegado ninguna denuncia, ellos, que no quieren chiringuitos, crean «otros» que no son necesarios. Quieren que vayamos a los toros, implantar el pin parental para que no exista la libertad de cátedra y por supuesto se han subido el sueldo.
Y lo que más duele en este día, en que se nos ha atragantado el plato de comida con el asesinato de Carmen, vecina de Humilladero: LA VIOLENCIA MACHISTA NO EXISTE.
Hemos visto como Feijoo justificaba que un tipo llamara puta, loca e imbécil a su mujer amenazándola con arruinarle la vida porque el suyo fue, dijo, un «divorcio duro». Carlos Flores Juberías, candidato de VOX al Senado, es el autor de estas palabras.
Démosles con nuestro voto la oportunidad de llegar al Congreso, a la casa de todxs. En Italia ha pasado ya, han ido a por las lesbianas, a por los pobres «que no quieran trabajar» eliminando el IMV. Sigamos sin ir a votar, porque pasamos de ese rollo. Deja que toquen las pensiones de tus padres, o que se gasten el dinero de la tuya. Espera a que acaben con la regulación del mercado laboral y despedirte sea más fácil, que te vayas con una mano delante y otra detrás. Que eliminen los impuestos y no haya dinero para hospitales públicos, para arreglar la carretera que te lleva al trabajo o el acerado de tu calle. Tú deja, a ver qué pasa y que su dios nos pille confesadxs.